Descripción:
Es una especie sufrútice que puede superar fácilmente el metro de altura, con tallos cuadrados, algo pelosos y generalmente con ángulos redondeados; las hojas, de 2-6 cm por 2-5 mm son más o menos lanceoladas, agudas, enteras, verdes, con el nervio central sobresaliente en el envés, eventualmente con margen revoluto.
La inflorescencia, espiciforme y largamente pedunculada, puede medir hasta 9 cm y está constituida por uno 5 verticilos bastante próximos pero con los inferiores claramente distantes. Las brácteas son anchamente ovadas, acuminadas, las superiores más cortas, con 7-9 nervios divididos superiormente, membranáceas, blanquecinas o pardo verdosas, mientras las bractéolas son casi lineares. No hay penacho apical de brácteas.
Las flores tienen un cáliz pentafido densamente peloso de unos 5 mm con un tubo surcado por 13 nervios, con el diente superior prolongado por un apéndice a modo de opérculo de tamaño inframilimétrico. La corola, de unos 10-12 mm, tiene el labio superior bilobulado y el inferior con 3 lóbulos mucho más pequeños que los del labio superior, todos de color púrpura o azulado.
Parte medicinal utilizada:
Propiedades:
Indicaciones:
Apuntes de interés:
El aceite esencial de lavanda, mezclado por lo general con otros aceites base como el aceite de almendras dulces o el de oliva es utilizado frecuentemente contra las quemaduras y enfermedades cutáneas. Así mismo la aromaterapia profesional constata su eficacia en la cistitis, vaginitis, leucorrea, reumatismos, resfriados, gripes, varices, dolores de cabeza, etc.