El dióxido de titanio (TiO2) es una de las substancias químicas más blancas que existen: refleja prácticamente toda la radiación visible que le llega y mantiene su color pase lo que pase cuando otros compuestos se decoloran con la luz. Su fórmula química es TIO2.
El dióxido de titano está en la naturaleza en varias formas: rutilo (tetragonal), anatasa (octahédrico) y brookita (ortorrómbico). El TiO2 se usa como pigmento blanco por sus propiedades de dispersión, su estabilidad química y su no toxicidad, siendo el pigmento inorgánico más importante en términos de producción mundial.