Aceite de caléndula. Calendula officinalis
El aceite vegetal de caléndula extraído de esta fantástica planta medicinal se calcula que tiene sus orígenes en la región mediterránea. Fue empleado por los antepasados de los griegos, así como por los árabes y los hindúes para cuidar al máximo la piel por sus grandes propiedades antinflamatorias e hidratantes.
Este aceite vegetal a menudo es empleado junto con otros aceites como el aceite de almendra para crear algunos productos de cosmética casera como cremas y mascarillas que se dedican a proteger y regenerar el tejido de la piel, desde mejorar la textura de toda la capa de la dermis hasta desintoxicarla e hidratarla.
Los beneficios del aceite vegetal de caléndula han conseguido que sean extraordinarios para el organismo en conjunto, pues también es empleado en recetas de alimentación, de aquí a que las aplicaciones del aceite de caléndula sean muy amplias:
- Cuidado de la piel, desde las más grasas o sensibles hasta las de un bebé recién nacido.
- Para actuar como cicatrizante, calmante y regenerador de la dermis.
- Para picaduras y quemaduras de insectos.
- Para mejorar la circulación cutánea, evitando desde el acné hasta úlceras o verrugas.
Los resultados son asombrosos, lo cual reivindica una vez más que con productos ecológicos y 100% naturales nuestro cuerpo está libre de sustancias químicas que perjudican nuestro bienestar de alguna manera u otra.
Beneficios del aceite de Caléndula
Las propiedades del aceite vegetal de caléndula son múltiples y se ven reflejadas para el organismo en conjunto, desde enfermedades con un carácter más grave hasta el cuidado de nuestra piel y el cabello. Los beneficios del uso del aceite de caléndula más conocidos son:
· Como planta inflamatoria reduce las inflamaciones en cualquier zona del cuerpo.
- Sus propiedades digestivas, mejoran los problemas del aparato circulatorio y ayudan a mejorar el proceso de digestión.
- Combate la aparición de las verrugas y problemas de acné en las pieles grasas.
- Hidrata la piel, y la protege de los rayos de sol, reparando los tejidos de una piel seca.
- Aumenta la elasticidad de la piel combatiendo la inflamación de los tejidos.
- Protege la dermis de los más pequeños.