Manzanilla. Matricaria chamomilla


Matricaria chamomilla
Manzanilla

Hay dos especies diferentes de manzanilla: la manzanilla romana (Anthemis nobilis) y la manzanilla propiamente dicha, Matricaria chamomilla; esta última es la más apreciada y la más cara para cuidados de la piel y usos cosméticos. En cambio, la manzanilla romana se prefiere para usos internos, enjuagues de cabellos rubios y ambientador. Este aceite esencial se extrae de las flores de estas hierbas.

 

Componentes activos: azuleno, camazuleno, cumarina, heterósidos, compuestos flavónicos, alcanfor, terpenos y diversos ésteres.

 

En alimentación se puede utilizar para aumentar la acción sedante, analgésica, espasmolítica y digestiva de la infusión de manzanilla, disolviendo una gota de aceite esencial en ella.

 

En belleza es útil sobre todo para pieles pruriginosas y con acné en forma de vapores y máscaras. Tiene acción antiséptica, cicatrizante y calmante. Y Aplicado en el último aclarado da unos bellos reflejos a los cabellos rubios.

 

Crea un ambiente tranquilizante, relajantes y calmante. Útil en casos de nerviosismo, insomnio, mal humor, calambres y migrañas. También adecuado para sinusitis y alergias de las vías respiratorias.

 

Se puede usar con plena seguridad en niños pequeños y durante el embarazo.

 

Terapéutica: cura pequeñas heridas, escoceduras, dermatitis y encías sangrantes. En casos de gripe favorece la sudoración y depuración tomando unas gotas mezcladas en infusión de saúco, tilo o manzanilla. Indicada para pieles sensibles o irritaciones cutáneas, pieles problemáticas en general, tratamientos hidratantes, acné en su fase inflamatoria, dolores musculares, contracturas, artritis, ansiedad, masajes relajantes.

 

Combina bien con: bergamota, amaro, geranio, jazmín, lavanda, limón, nerolí, rosa, ylang-ylang.

 

Precauciones: no usar a diluciones concentradas.

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