Gálbano. Ferula gummosa

El gálbano es una gomorresina amarillenta o parduzca obtenida de ciertas plantas asiáticas como la férula gomosa (Ferula gummosa), de la familia de las umbelíferas. El fluido lechoso que se endurece y forma el gálbano exuda del tallo de la planta de manera natural o bien se provoca el flujo por medio de una incisión. El gálbano era uno de los ingredientes del incienso para exclusivo uso religioso. Cuando se quema solo, produce un olor repugnante, pero en combinación con otras sustancias aromáticas, incrementa la fragancia de estas y la hace más duradera. Esta planta se puede encontrar en las estepas de Asia occidental y central, Irán, Turquía y Turkmenistán. Necesita mucho sol y requiere poca humedad.

La gomorresina o gálbano de esta planta es aromática y entra en la preparación del incienso. Se cosecha haciendo incisiones en el tallo o en la parte superior de la raíz. El aceite esencial de gálbano se obtiene por destilación al vapor de la gomorresina. Posee un aroma fresco, especiado y balsámico. Entra en la composición de algunos perfumes florales y amaderados.

Terapéutica: se recomienda en casos de fatiga psíquica y estrés. En el cuidado de dolor muscular y articular, es efectivo contra la artrosis, reumatismos y contracturas. Este aceite actúa también contra infecciones cutáneas como forúnculos y abscesos. Cicatriza rápidamente las heridas y retarda la formación de arrugas. Recomendado también para regular el ciclo menstrual y para los trastornos de la menopausia. Además, es útil contra la inflamación de las mucosas y despeja las vías respiratorias en casos de asma y tos persistente.

Combina bien con: pino, lavanda, incienso, mirra, violeta, narciso, abeto, benjuí y rosa.

Precauciones: se utiliza solamente en uso externo bajo la forma de aceite de masaje, aceite de baño, crema cosmética o ambientador. Antiguamente se usaba por vía interna, pero hoy en día esta práctica se ha abandonado.