Hay otras especies como P. Capitatum, la malvarosa, que se cultiva en la cuenca mediterránea y tiene un perfume parecido al de la rosa, lo que hace que muchas veces se utilice como sustituto del aceite de rosa que tiene un precio prohibitivo. También está P. odoratissimum que tiene un olor fresco que recuerda al limón y otras variedades que recuerdan al melón, albaricoque o los cítricos.
Componentes activos: geraniol, citronelal, linalol, terpinol y alcoholes.
El aceite esencial proviene de la destilación al vapor de toda la planta. Y tiene un color verde pálido.
En cosmética es muy empleado por su acción purificante, refrescante y astringente. Se añade en perfumes y jabones, además se emplea en baños y masajes. Es calmante y cicatrizante de heridas y escoceduras. Añadido a cremas es un buen equilibrador en casos de acné, pieles secas o seniles.
Inhalado eleva los espíritus fatigados, equilibra y es útil en problemas nerviosos y emocionales, ansiedad y depresión. Favorece la memoria y relaja las tensiones.
En caso de picor insoportable en la piel, el aceite esencial de geranio diluido en aceite u otra base proporciona alivio rápido.
Terapéutica: se utiliza para tratamientos de cicatrices, acné, tratamientos antiedad, tratamientos despigmentantes, seborrea del cuero cabelludo, dermatitis seborreica, tratamientos anticelulíticos y circulatorios. Muy adecuado en mujeres en edad menopáusica.
Combina bien con: bergamota y otras esencias cítricas, amaro, clavo, jazmín, enebro, lavanda, nerolí, pachulí, sándalo.
Precauciones: Sólo uso externo. Usar con cuidado durante el embarazo.